MENTIDES PERILLOSES

Mickey Gibson, madre soltera y exinspectora, lleva una vida frenética similar a la de muchas otras madres, haciendo malabares con las exigencias de dos hijos pequeños y las tareas de su trabajo trabajando desde casa para ProEye, una empresa mundial de investigación que persigue fraudes fiscales y de crédito. Cuando Mickey recibe una llamada de una colega que se hace llamar Arlene Robinson, no desconfía de la petición inusual que le hace esta para que vaya a hacer inventario de la casa vacía de un traficante de armas que estafó a unos clientes de ProEye y huyó. Hasta que llega a la mansión y descubre un cadáver en una habitación secreta... y que nada es lo que parece. No solo el traficante de armas no existe, sino que la víctima del asesinato resulta ser un tal Harry Langhoren, un hombre con vínculos con la mafia que había estado en protección de testigos. Para colmo, no hay nadie trabajando en ProEye llamado Arlene Robinson. En un abrir y cerrar de ojos, Gibson se convierte en la principal sospechosa de una investigación de asesinato, y ahora su trabajo también está en peligro hasta que demuestre que le han tendido una trampa. No pasará mucho tiempo antes de que Gibson se encuentre inmersa en una batalla con una mujer extraordinaria —sin nombre, con un pasado oculto y unos motivos desconocidos—, cuyo objetivo es tan misterioso como letal.